Bajas Fingidas Vs. Bajas Reales: ¿Nos Están Castigando A Todos Por Lo Que Hacen Unos Pocos?

El miedo al fraude se ha convertido en la excusa perfecta para presionar al trabajador enfermo, adelantar altas médicas y meter a las mutuas hasta en el botiquín
Del derecho a enfermar… al miedo a justificarlo todo
Una baja médica debería ser un respiro para recuperarte.
Pero en España, cada vez más trabajadores sienten que deben defender su dolor ante una sospecha generalizada.
¿La causa?
El discurso creciente sobre las llamadas bajas fingidas, esas en las que unos pocos abusan… y por las que se está recortando y controlando a todos.
¿Existen las bajas fingidas? Sí. Pero son minoría
Nadie niega que hay personas que falsean síntomas o alargan bajas sin justificación médica.
Se han documentado fraudes con:
• Dolores musculares genéricos.
• Lumbalgias sin lesión visible.
• Estrés leve sin informe profesional.
• Lesiones simuladas sin parte médico.
Pero estas situaciones, según los propios informes del INSS, no superan el 5 % del total de las incapacidades temporales.
Entonces, ¿por qué se actúa como si la mayoría miente?
Mutuas al mando: más control, más presión, menos confianza
El verdadero giro llegó cuando las mutuas empezaron a intervenir más activamente en los procesos de baja.
Ya no solo hay una revisión médica de la Seguridad Social.
Ahora, en muchos casos:
→ Te derivan directamente a la mutua.
→ Te citan incluso antes de terminar la primera semana.
→ Te presionan para reincorporarte lo antes posible.
Muchas veces, se da el alta sin haber completado la recuperación.
Y si el trabajador rechaza ese alta o no se presenta… la mutua puede cortar la prestación.
Las bajas que más se fingen... y las que más se niegan
Casos más vulnerables al fraude
• Dolores cervicales o lumbares sin pruebas.
• Contracturas no diagnosticadas.
• Mareos o cefaleas sin origen clínico claro.
Bajas reales tratadas como si fueran falsas
• Trastornos de salud mental: ansiedad, depresión, burnout.
• Lesiones no quirúrgicas: esguinces, tendinitis, fisuras.
• Enfermedades femeninas invisibilizadas: endometriosis, reglas incapacitantes.
• Dolencias crónicas no visibles: migrañas, fibromialgia, fatiga extrema.
¿Resultado?
Quien abusa encuentra grietas…
pero quien realmente necesita ayuda, choca contra un muro.
El sistema no falla por los que fingen, sino por los que desconfían de todo el mundo
El derecho a curarte, a recuperarte, a estar mal… es un derecho. No un privilegio.
Y quien finge debe responder, sí… pero nunca a costa del dolor ajeno.