Explota el conflicto en Iberdrola: primera huelga de su historia

La plantilla exige recuperar el poder adquisitivo perdido tras años de beneficios récord
Esto no es solo una huelga, es un grito de hartazgo
Este 6 de junio, Iberdrola ha vivido la primera huelga de su historia en España, convocada por los sindicatos UGT, CCOO y ELA.
Una movilización sin precedentes que muestra hasta dónde ha llegado el malestar de una plantilla que nunca antes había parado.
Mientras Iberdrola bate récords, su plantilla pierde poder adquisitivo
Los sindicatos denuncian una pérdida acumulada del 16,5 % del poder adquisitivo en los últimos cuatro años, mientras Iberdrola ha disparado sus beneficios un 66 %, alcanzando los 5.600 millones de euros, y ha aumentado un 80 % la retribución a los accionistas.
La oferta de subida salarial del 2 %, ligada a objetivos casi imposibles, ha sido rechazada por la plantilla.
Centros pequeños, seguimiento masivo: donde más duele, más fuerza
La huelga ha tenido un seguimiento especialmente masivo en los centros de trabajo más pequeños, donde ha llegado a ser prácticamente total.
En el País Vasco y Navarra, ELA reporta hasta un 100 % de seguimiento en algunos centros.
Los trabajadores se han movilizado en concentraciones por todo el país, especialmente en Bilbao, donde la protesta ha sido visible y contundente.
¿Y ahora qué? El convenio colectivo sigue bloqueado
La próxima reunión de negociación está prevista para el 10 de junio.
Si Iberdrola no presenta una propuesta que recupere el poder adquisitivo perdido, los sindicatos ya han advertido: las huelgas continuarán.
La plantilla no está dispuesta a resignarse a perder derechos mientras la empresa aumenta sus dividendos.
La unidad de los trabajadores puede cambiar el rumbo
Si formas parte de la plantilla de Iberdrola:
- Participa en las asambleas y movilizaciones.
- Mantente informado a través de tu sindicato.
- No permitas que el desgaste te haga ceder: la unidad es la clave.
La historia de esta huelga demuestra que la plantilla unida tiene fuerza para cambiar las cosas.
Reflexión final
Lo que ayer parecía imposible hoy es un hecho: Iberdrola, por primera vez en su historia, ha parado.
Porque cuando se pierde el miedo, se gana en dignidad.
Y porque ningún dividendo justifica que una plantilla vea empobrecido su salario.
El pulso no ha terminado. La lucha sigue.