¿Aumento salarial o lavado de imagen? Mercadona sube sueldos, pero sigue sin convencer

Mercadona ha anunciado con orgullo un aumento salarial del 8,5% para toda su plantilla en España y Portugal. A primera vista, parece una gran noticia para los más de 100.000 empleados que trabajan en la empresa de Juan Roig. Sin embargo, ¿es realmente un gesto generoso o simplemente una estrategia para lavar su imagen en plena crisis de poder adquisitivo?
¿Subida real o ajuste obligado por la inflación?
El incremento salarial ha elevado los sueldos iniciales a 1.685 euros brutos al mes, mientras que aquellos trabajadores con más de cuatro años en la empresa alcanzan los 2.280 euros brutos. Mercadona presume de pagar un 27% más que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de haber distribuido 700 millones de euros en beneficios entre sus empleados. Pero, ¿qué hay detrás de estas cifras?
En realidad, el aumento salarial no es un acto de generosidad, sino una consecuencia lógica de la inflación y de la necesidad de retener empleados en un sector que cada vez cuesta más cubrir. Otras cadenas de supermercados también están ajustando sueldos para evitar la fuga de trabajadores a empleos menos exigentes y mejor remunerados.
Una subida que no frena la presión laboral
Pese a la subida, las críticas a las condiciones de trabajo en Mercadona no han cesado.
Beneficios récord, pero sin mejorar derechos laborales
Mercadona ha cerrado el año con cifras espectaculares, generando un récord de 6.000 nuevos empleos en 2024 y aumentando su volumen de ventas. Sin embargo, este éxito empresarial no se traduce en mejoras estructurales para sus empleados, más allá del ajuste salarial que, en la práctica, apenas compensa el aumento del coste de vida.
Los trabajadores no piden solo más sueldo, sino también mejores condiciones laborales. Sin estos cambios, cualquier subida salarial se queda en una simple maniobra de imagen.
¿Mercadona realmente cuida a sus empleados?
El aumento salarial de Mercadona puede parecer un avance, pero no soluciona los problemas de fondo. Mientras la empresa siga priorizando los beneficios por encima del bienestar de su plantilla, sus trabajadores seguirán viendo los incrementos salariales como un parche insuficiente ante unas condiciones laborales cada vez más duras.