Cinco días de huelga en la educación vasca: el profesorado planta cara al abandono institucional

martes, 25 de marzo de 2025

Reducción de ratios, salud mental, estabilidad y respeto: lo que piden no es un lujo, es dignidad laboral


El profesorado público de Euskadi ha dicho basta. Cinco días consecutivos de huelga —25, 26 y 27 de marzo, 1 y 2 de abril— sacuden el sistema educativo vasco, una movilización histórica convocada por los sindicatos LAB, Steilas, ELA y CCOO. El mensaje es claro: la educación pública está siendo desmantelada, y quienes la sostienen ya no pueden más.

El detonante no es nuevo, pero el hartazgo ha desbordado los límites. Desde hace años, las plantillas docentes sufren condiciones laborales cada vez más precarias: aulas masificadas, exceso de burocracia, contratos inestables y un abandono total en materia de salud mental.


¿Qué exige el profesorado vasco?


  • Reducción urgente de ratios: menos alumnos por aula para enseñar mejor y cuidar más.

  • Menos tareas administrativas: para poder dedicar el tiempo a lo que importa: educar.

  • Estabilidad laboral: acabar con la temporalidad crónica que asfixia a miles de docentes interinos.

  • Recuperación salarial: tras años de congelación y pérdida de poder adquisitivo.

  • Salud mental y prevención de riesgos laborales: porque el estrés docente ya es una epidemia silenciosa.


El Departamento de Educación, ausente


Las negociaciones con el Gobierno Vasco no han dado frutos reales. Reuniones, sí; compromisos firmes, ninguno. La sensación generalizada es la de estar hablando con una pared mientras la sobrecarga y el desgaste se acumulan.

“No queremos heroicidades, queremos condiciones dignas para hacer bien nuestro trabajo”, repiten muchos docentes. La huelga no es un capricho, es una llamada desesperada ante el colapso de un modelo educativo que no cuida ni a sus profesionales ni a su alumnado.


Una huelga que trasciende Euskadi


Lo que está ocurriendo en el País Vasco resuena en toda España. Porque esta lucha no es solo de los docentes vascos, sino de todos los que comparten aulas saturadas, contratos temporales y jornadas imposibles.

Desde Alerta-Trabajo lo gritamos con ellos: no se puede sostener un sistema educativo de calidad sin dignificar a quienes lo hacen posible.


Conclusión: educar en precario es precarizar el futuro


Cuando un país permite que sus docentes sean ignorados, quemados y explotados, no solo está atacando al profesorado, está atacando a toda su sociedad. Cinco días de huelga no son una amenaza, son un grito: o nos escucháis o esto se rompe.

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