Despidos Con Trampa: El Gobierno Endurece Las Normas, Pero Las Empresas Siguen Jugando A Lo Mismo

Mientras el Ministerio de Trabajo promete blindar al trabajador, muchas empresas ya han encontrado la forma de esquivar las reformas y despedir como siempre: rápido, barato y sin dejar huella

Los despidos ya no son lo que eran… son peores

Desde el Gobierno se anuncia a bombo y platillo que se están endureciendo las causas del despido, que ahora se exigen más justificaciones, que se acabaron los abusos.
Pero en la realidad laboral, el despido sigue igual de fácil para quien tiene poder… y cada vez más confuso para quien se queda sin trabajo.
Porque mientras Yolanda Díaz habla de protección, las empresas se actualizan en silencio, rediseñan sus trampas y se adelantan a la ley.
Lo que antes era despido objetivo, ahora es disciplinario.
Lo que antes era ERE, ahora son salidas individuales.
El fraude no desaparece, se disfraza.

¿Qué ha prometido el Gobierno?

• Aumentar las indemnizaciones por despido improcedente.
• Limitar el uso de causas económicas y técnicas como excusa.
• Obligar a adaptar el puesto antes de echar a alguien por incapacidad.
Medidas importantes, sí.
Pero mientras se redactan BOEs y se dan ruedas de prensa, hay despachos de recursos humanos preparando el próximo despido como si nada hubiera cambiado.

Las cinco estrategias que lo demuestran

1.Despido disciplinario en serie: cada vez más empresas se saltan la indemnización acusando al trabajador de desobediencia, bajo rendimiento o “pérdida de confianza”.
2.Ineptitud sobrevenida sin adaptación previa: echan a personas con problemas médicos sin ofrecer alternativas. El Tribunal Supremo lo ha declarado nulo… pero siguen.
3.Despidos individuales para evitar un ERE colectivo: si echas a uno hoy y a otro la semana que viene, no hay obligación de negociar. Aunque todos los despidos tengan el mismo origen.
4.Prejubilaciones con presión velada: te ofrecen una salida “digna” si aceptas marcharte antes… pero cuidado, porque a veces es la única opción que te dejan.
5.ERTEs como sala de espera del despido: te mandan al congelador con un ERTE y, cuando nadie mira, te despiden. Legalmente, estaban “protegiendo el empleo”.

¿Dónde está el control real? ¿Quién vigila estas prácticas?

Ahí está el problema.
Las reformas están bien, pero sin inspección, sin sanciones ejemplares y sin voluntad política real, todo queda en papel mojado.
Mientras el Ministerio legisla, las consultoras legales preparan “métodos de optimización de plantillas”.
Y mientras tú crees que te están defendiendo, te están empujando hacia la puerta… con guantes blancos.

No basta con cambiar las leyes si no se cambian las reglas del juego

Desde AlertaTrabajo.com lo gritamos:

Las empresas no están adaptándose a la ley, están adaptando el despido a sus intereses.
Y si el Gobierno no pone el foco en los mecanismos de fraude,
la precariedad seguirá siendo legal… aunque se disfrace de reforma.

El despido sigue siendo rentable. Y hasta que no deje de serlo, el trabajador seguirá siendo el eslabón más fácil de romper.