El conflicto laboral no para: suben las demandas por despido en 2025

Los juzgados ya acumulan más de 41.000 pleitos en solo tres meses, la mayoría por despidos y salarios impagados
Despidos, impagos y conflictos: así arranca el año en los juzgados laborales
Los datos del primer trimestre de 2025 son claros: la justicia social está desbordada.
En solo tres meses, se han presentado 41.005 demandas laborales, un 3,1 % más que en el mismo periodo del año anterior. La mayoría son por despidos, salarios impagados, modificaciones sustanciales de condiciones o reclamaciones de derechos.
Cada día hábil, los tribunales reciben casi 700 demandas laborales en toda España.
Una cifra que revela el nivel de conflicto que viven las relaciones laborales en nuestro país.
¿Quién denuncia más? ¿Dónde estallan los conflictos?
Madrid, Cataluña y Andalucía encabezan el listado de comunidades con más pleitos.
Pero lo preocupante no es solo el volumen, sino el perfil de las reclamaciones:
- Despidos disciplinarios sin justificación
- EREs encubiertos o con indemnizaciones irrisorias
- Salarios que no se pagan, o que llegan tarde
- Modificaciones de turnos y jornadas sin acuerdo
La conflictividad afecta especialmente a sectores como comercio, limpieza, servicios subcontratados y atención domiciliaria.Son los más precarizados, los más expuestos… y también los más olvidados.
¿Qué está pasando en las empresas?
Muchas empresas siguen abusando de su posición, sabiendo que el trabajador, si reclama, tarda meses o incluso años en obtener respuesta judicial.
Mientras tanto:
- Se eternizan juicios
- Las empresas no acatan resoluciones
- El trabajador queda en el limbo
A esto se suma la falta de inspecciones, la escasa mediación previa, y una justicia laboral saturada.Cuando el sistema no protege, la única salida es la vía judicial. Y no debería ser así.
Una justicia colapsada no es justicia
Los propios jueces y sindicatos llevan tiempo advirtiendo: los juzgados de lo social están al límite.
Sin refuerzos ni agilización de trámites, el trabajador pierde por cansancio, por tiempo, o por necesidad económica.
La justicia lenta no es justicia.
Y cuando reclamar tarda más de un año, muchos ya ni lo intentan.
Reflexión final
Las 41.000 demandas laborales no son solo números. Son historias de despidos injustos, abusos, falta de derechos.
Es el reflejo de un mercado laboral que todavía castiga al débil y protege al fuerte.
Si queremos un país más justo, la justicia laboral debe ser rápida, eficaz y al alcance de todos.
Y las empresas deben saber que despedir mal, pagar mal o saltarse la ley no les va a salir gratis.