Garamendi lanza dardos contra los trabajadores por el absentismo

El presidente de la patronal pone el foco en las bajas médicas y esquiva el debate sobre condiciones laborales reales
Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha aprovechado el debate sobre la reducción de la jornada laboral para desviar la atención hacia lo que él considera el verdadero problema: el absentismo. Según sus palabras, “la jornada efectiva ya ronda las 33 o 34 horas” debido a las ausencias, e instó al Gobierno y a los sindicatos a “centrarse en eso” en lugar de “legislar más reducciones”.
No habla de sobrecargas, de estrés ni de salud mental: solo de costes
Garamendi no mencionó ni una sola vez las causas del absentismo: jornadas interminables, falta de conciliación, ritmos de trabajo imposibles o entornos laborales tóxicos. Lo que le preocupa es que las bajas por incapacidad temporal han crecido un 10% en el primer trimestre de 2025, con un coste adicional para la Seguridad Social de 450 millones de euros.
Pero nunca se pregunta qué está enfermando a las plantillas. Solo le importan los números.
¿Y si dejamos de mirar al trabajador como el problema?
Cada baja médica es el reflejo de una realidad laboral que enferma: física y mentalmente.
El 80% del absentismo es por causas justificadas: enfermedades reales, desgaste y agotamiento.
¿Por qué nunca se habla de absentismo empresarial? De los millones que se pierden por mala organización, directivos ineficaces o plantillas insuficientes.
¿Cómo te afecta esto en tu día a día?
Si eres trabajador o trabajadora, lo que Garamendi dice te concierne. Porque su discurso refuerza la idea de que somos aprovechados. Y eso abre la puerta a:
Recortes en derechos laborales.
Más presión para no cogerte una baja aunque estés enfermo.
Desconfianza sobre tu salud o tu compromiso.
Y mientras tanto, siguen bloqueando la reducción de jornada y mejoras reales.
No es absentismo: es precariedad, es estrés, es enfermedad
Nos venden que la productividad baja por las bajas. Pero no se atreven a decir que la raíz está en la sobreexplotación.
¿Quién puede rendir si no duerme, si no desconecta, si tiene que encadenar turnos con sueldos que no dan ni para vivir?
Reflexión final
Lo que Garamendi llama absentismo es muchas veces pura supervivencia.
Estar enfermo no es un lujo. Tomarse una baja no es faltar al deber. Trabajar en condiciones dignas es un derecho, no un premio.