Movilización histórica contra el cierre de Guardian Llodio

sábado, 1 de febrero de 2025

La histórica planta de Guardian Glass en Llodio (Álava), con casi un siglo de actividad, enfrenta su cierre definitivo tras el apagado del horno principal, iniciado esta semana. Mientras la multinacional estadounidense alega "daños críticos" en la infraestructura, los trabajadores y sindicatos denuncian una estrategia de desmantelamiento encubierto. Este viernes, cientos de personas protagonizaron una cadena humana en apoyo a las 171 familias afectadas.

El conflicto: Desgaste técnico o estrategia empresarial

El pasado 21 de enero, Guardian Glass anunció el cierre de su planta en Llodio, justificando la decisión en un "daño crítico" e "imprevisto" en la pared de carga del horno principal. Según la empresa, este desperfecto hace inviable continuar con la producción de vidrio plano en condiciones seguras. Sin embargo, los sindicatos ELA y LAB califican estas explicaciones como "poco creíbles".

Guardian Glass inició el apagado del horno el pasado miércoles, un proceso que podría dejarlo inservible para futuros inversores si no se retira el material interior. Aunque el Gobierno Vasco logró que este apagado fuera "controlado", los trabajadores temen que sea una medida irreversible que cierre cualquier posibilidad de reactivación.

Impacto económico y social en Aiaraldea

La planta de Llodio no solo es un símbolo del tejido industrial vasco, sino también un pilar económico para la comarca de Ayala.

171 empleos directos desaparecerán si se consuma el cierre.

1.200 empleos indirectos vinculados al transporte y mantenimiento están en riesgo.

• La comarca ya sufrió el golpe del cierre de Glavista (antigua división automotriz de Guardian) en 2020, que dejó a 240 personas sin trabajo.

Movilización histórica: El pueblo se une por sus trabajadores

El viernes 31 de enero, más de 500 personas formaron una cadena humana alrededor del perímetro de la fábrica bajo el lema "Guardian ez itxi" ("No al cierre de Guardian"). La movilización fue convocada por el comité de empresa y la plataforma SOS Aiaraldea, que han liderado las protestas desde el anuncio del cierre.

Tras la cadena humana, los manifestantes marcharon hasta la Herriko Plaza para exigir al Gobierno Vasco medidas concretas que garanticen la continuidad industrial en Llodio.

El papel del Gobierno Vasco: ¿Hay margen para salvar la planta?

El consejero vasco de Industria, Mikel Jauregi, aseguró esta semana que existen contactos con posibles inversores interesados en adquirir la planta y reactivar su actividad industrial. Sin embargo, los detalles sobre estas negociaciones son escasos y no hay garantías firmes de éxito.

"Estamos trabajando contrarreloj para encontrar una solución viable que mantenga el empleo y evite la desindustrialización del Valle de Ayala", declaró Jauregi desde Bruselas, donde busca apoyo europeo para proyectos industriales en Euskadi.

Por su parte, los sindicatos exigen mayor transparencia y medidas más contundentes: "No queremos promesas vacías; queremos compromisos reales antes de que sea demasiado tarde", señaló Mikel Etxebarri (ELA).

Una lucha por más que una fábrica

El caso Guardian Glass no es solo una batalla por salvar empleos; es un símbolo del desafío que enfrentan las comunidades industriales ante las decisiones estratégicas de multinacionales globales. Para Llodio y sus trabajadores, esta lucha es también por preservar su identidad y garantizar un futuro digno para las próximas generaciones.

Información elaborada por AlertaTrabajo.com con datos verificados del comité de empresa, sindicatos ELA/LAB y fuentes oficiales.

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