Trabajadores de Metro Bilbao exigen protección y respeto tras nuevas agresiones

Escupitajos, empujones y amenazas: piden reconocimiento como “agentes de la autoridad”
Esta violencia no es un caso aislado: es una realidad inaguantable
El comité de empresa y los sindicatos han protagonizado una convocatoria frente a la sede de Metro Bilbao para denunciar el aumento de agresiones en estaciones como Cruces, Santurtzi, Erandio o Gurutzeta.
El personal relata cómo se han convertido en víctimas de escupitajos, amenazas verbales, empujones e incluso connotaciones sexuales. Un “trabajo a cara descubierta” que ahora necesita protección estructural.
“Nos sentimos indefensos y solos ante una minoría violenta”
Unai Diego, presidente del comité, explicaba que varios trabajadores han tenido que llamar a la Policía y que no son casos puntuales, sino recorrentes. La situación es tan grave que los vigilantes de seguridad ya han comenzado a utilizar spray de gel‑pimienta para defenderse.
¿Por qué el reconocimiento como “agentes de la autoridad”?
- Con ese sello, los agresores enfrentarían consecuencias penales más severas.
- Se les supondría una mayor protección jurídica y social en su labor.
- Haría visible el mensaje: no estás solo, la ley te cubre.
Lo simbólico ya no basta: hacen falta medidas reales
Hasta ahora, Metro Bilbao ha respondido con campañas informativas y carteles.
Pero los sindicatos advierten que solo eso no detiene la violencia. Exigen:
- Refuerzo efectivo de seguridad y presencia policial en puntos conflictivos.
- Medios de autoprotección, como el spray y guantes anticorte.
- Medidas de apoyo psicológico y protocolos claros para denunciar.
Crecen las movilizaciones si no llega la respuesta
Tras la concentración, el comité prevé nuevas acciones:
- Reuniones con la empresa para negociar compromisos concretos.
- Posibles paros parciales o jornadas de protesta si no se toman medidas.
- Una advertencia clara: sin protección real, la tensión solo irá a más este verano.
Reflexión final
El transporte público no puede sostenerse con empleados que temen por su integridad.
Si vas cada día a la estación, mereces tener la certeza de que vuelves a casa seguro.
Ante la violencia, la respuesta debe ser firme y real. Porque cuidar también es proteger a quienes te cuidan.