Traspaso de Rodalies: ¿Mejora del servicio o caos anunciado?
Los retrasos en la cesión de competencias a Cataluña generan dudas sobre la eficacia del plan y el futuro de los trabajadores
¡Atención, viajeros y trabajadores ferroviarios!
El famoso traspaso de Rodalies a la Generalitat, que prometía ser la solución a los eternos retrasos y deficiencias del servicio, se ha convertido en un laberinto burocrático que se alargará hasta 2028.
Mientras los políticos celebran sus acuerdos y se reparten competencias, los usuarios siguen sufriendo cancelaciones, demoras y falta de inversiones.
¿Quién sale ganando realmente con este traspaso?
¿Solución real o estrategia política?
El Gobierno y la Generalitat han reconocido que el traspaso será mucho más lento de lo esperado.
Lo que inicialmente se anunció como una mejora inmediata para los viajeros se ha convertido en una sucesión de promesas aplazadas.
Mientras tanto:
🔴 Los retrasos siguen aumentando y la calidad del servicio sigue siendo un desastre.
🔴 Los trabajadores ferroviarios denuncian incertidumbre laboral y falta de información sobre su futuro.
🔴 No hay un plan claro sobre quién asumirá los costos de mantenimiento y mejoras de infraestructuras.
El gran argumento para justificar este traspaso era que una gestión más cercana solucionaría los problemas históricos de Rodalies.
Pero la realidad es que sin inversiones, sin control real y sin un plan de mejoras concretas, solo se está moviendo el problema de un despacho a otro.
Los trabajadores, atrapados en medio del conflicto
La cesión de Rodalies no solo afecta a los pasajeros.
El personal ferroviario teme que este proceso acabe fragmentando sus condiciones laborales, precarizando aún más el sector.
❌ ¿Se respetarán los convenios actuales o se abrirá la puerta a una privatización encubierta?
❌ ¿Tendrán que adaptarse a nuevas condiciones impuestas por la Generalitat?
❌ ¿Qué pasará con los recursos y derechos adquiridos por los trabajadores en años de lucha sindical?
Los sindicatos han exigido transparencia y garantías laborales, pero hasta ahora las respuestas han sido vagas y confusas.
Conclusión: más dudas que soluciones
Este traspaso se vendió como una victoria para la descentralización y una mejora en la calidad del transporte público.
Sin embargo, con las fechas cada vez más lejanas y sin un plan claro de ejecución, lo que debería ser una solución se está convirtiendo en una patata caliente que nadie sabe cómo manejar.
