UGT urge a Castilla-La Mancha a proteger a sus jornaleros

Salario mínimo incumplido, horas mal pagadas y convenios en punto muerto en el campo manchego
¿Por qué ahora y no antes?
Las negociaciones del convenio provincial del campo en Ciudad Real están rotas. Asaja se ha levantado de la mesa y deja tirados a más de 16 000 trabajadores agrícolas. UGT avisa: los salarios siguen por debajo del SMI (16 850 € anuales) y la Junta no puede mirar hacia otro lado mientras la patronal dilata los acuerdos.
Esto va más allá de horas: va de dignidad
Según UGT, muchos temporeros siguen cobrando menos de 9,20 € por hora y hasta 73 € por una jornada de ocho horas. Sin pluses de antigüedad, sin dietas y, en demasiados casos, sin alta en la Seguridad Social. Todo bajo la mirada de administraciones que, pese a las ayudas europeas al sector, apenas fiscalizan los abusos.
¿Qué piden realmente los sindicatos?
- Cumplir de inmediato el SMI real en todas las campañas.
- Garantizar alojamiento digno para temporeros migrantes.
- Reforzar las inspecciones en plena vendimia y recolección de ajo.
- Abrir una mesa de diálogo que incluya a Consejería, patronal y sindicatos con calendario cerrado.
Lo importante, sin rodeos
- En 2024 la renta agraria subió un 14 % y los márgenes brutos del sector crecieron más del 100 %, según el Observatorio de Márgenes.
- Mientras tanto, el convenio provincial lleva dos años caducado y los salarios están congelados.
- Ciudad Real es la única provincia manchega sin acuerdo: un contrasentido cuando el presidente nacional de Asaja es de allí.
¿Qué puedes hacer si te afecta?
- Exige tu nómina y revisa que cobras al menos 16 850 € al año (o su parte proporcional).
- Guarda cuadrantes y justificantes de pago: son tu prueba si vas a Inspección.
- Denuncia anónima: sede electrónica de Inspección de Trabajo o presencialmente en la oficina comarcal.
- Únete a tu sindicato: la fuerza colectiva es la única que mueve a la patronal.
Reflexión final
El campo sostiene la mesa de cada familia, pero sin trabajo digno solo siembra precariedad. La Junta debe elegir: ponerse de perfil o garantizar que el tomate, el ajo o el vino de La Mancha se recojan con derechos, no con explotación.
Quien recoge el fruto merece cosechar respeto.