El Supremo andaluz niega que una caída tras el almuerzo sea accidente in itinere
Salir a comer con compañeros es “gestión privada”, no trayecto laboral, según el TSJ de Andalucía
Qué ocurrió exactamente
Una costurera de Ronda, con jornada partida (08:45-13:30 y 17:30-20:30), aprovechó las 4 h de pausa para comer con compañeros en un bar. Al salir, resbaló y sufrió una fractura de radio. La mutua lo calificó como no laboral. Ella reclamó, alegando que volvía a su puesto; el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha ratificado que no es accidente in itinere.
Claves de la sentencia
- El accidente in itinere exige trayecto entre domicilio y centro de trabajo.
- La trabajadora vive en la misma localidad y tenía 4 h para comer en casa.
- Salir a un restaurante fue decisión “exclusivamente personal”.
- El riesgo no guardó relación directa con la actividad laboral.
¿Por qué esta vez no se aplica la doctrina del “almuerzo protegido”?
El Supremo admite in itinere la comida fuera cuando el trabajador:
- Dispone de poco tiempo.
- Vive lejos del empleo.
- Está obligado a comer cerca por motivos de servicio.
En este caso, ninguna de esas condiciones se cumplía. Por eso el tribunal concluye que la caída deriva de una “gestión privada” ajena al trabajo.
Lo importante, sin rodeos
- Ir a comer fuera no convierte el trayecto en tiempo laboral.
- Para ser in itinere, el punto de partida debe ser tu domicilio habitual o el centro.
- La empresa y la mutua no asumen la contingencia médica si es una salida voluntaria.
¿Qué puedes hacer si te ocurre algo similar?
- Reúne testigos y parte de urgencias indicando hora y lugar exactos.
- Si estabas desplazado por trabajo (visita cliente, formación), sí podría ser laboral.
- Consulta al sindicato: cada caso depende del convenio y de la jurisprudencia.
Reflexión final
El descanso es necesario, pero la justicia deja claro que el riesgo personal durante una pausa voluntaria no siempre es laboral. Conocer los límites del in itinere evita sorpresas y protege tus derechos reales.
